La firma auténtica, es la forma o conjunto de formas gráficas, que, proviniendo de su titular en un determinado tiempo, mantienen constantes las características que espontáneamente escogió para identificarse ante los demás.

La firma puede ser notoriamente falsificada, cuando se advierte deficiente interpretación de los desenvolvimientos gráficos, trazos indecisos, temblores de trazos, etc. Sin embargo, existen otras modalidades de falsificación, que aplican los falsarios, que requieren la intervención de un experto, para determinar si la firma es falsificada, auténtica o es una firma disfrazada.

En la firma disfrazada o firma simulada, el titular cambia algunas características generales de su firma, para desconocer un hecho (contrato, acuerdo, etc), pero el inconsciente lo va a delatar, identificándolo por sus gestos gráficos.

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La escritura es la conducta humana de representar el pensamiento mediante signos gráficos convencionales llamados letras.

Para establecer la autoría o procedencia de un texto manuscrito, es fundamental el estudio de sus elementos estructurales, llamados también elementos generales (forma, dimensión o tamaño, dirección, inclinación, presión, velocidad, proporcionalidad y orden), los elementos constitutivos, aquellas características muy especiales que se apartan de los modelos caligráficos, pudiendo adoptar formas diversas como: arponados, ganchosos, acerados, etc, que constituyen elementos de valor identificatorio; y los complementos y signos ortográficos, aquellos signos gráficos que se adicionan a las letras para dar un determinado sentido a lo que se escribe.